jueves, 20 de diciembre de 2012

Intruso en Base Calisto



 Raúl Costa estaba ensimismado en la contemplación de Júpiter a través del amplio ventanal de observación de base Calisto. Nunca se cansaba de la salvaje belleza del gigante gaseoso.

Calisto, es la segunda luna más grande del sistema joviano después de Ganímedes y, al igual que la Luna de la Tierra, su tiempo de rotación es igual al de su órbita, por lo que siempre presenta la misma cara al planeta.

Júpiter parecía haberse detenido en el cielo de Calisto.

Frente a él tenía la docena de pantallas conectadas a los sensores que le informaban de todo lo que sucedía en el exterior de la base. Recordó lo duros que habían sido los primeros meses en Calisto; la vida en los refugios provisionales y las dificultades en la construcción de la base. Pero poco a poco, él y sus catorce compañeros, fueron superando esas dificultades y la base ya era completamente funcional. La primera recompensa de su duro trabajo fue el desembarco de sus familias en base Calisto. Estas iban a ser sus primeras Navidades en familia en tres años.

De pronto, un destello en una de las pantallas llamó su atención.

-¿Qué diablos es eso?

Hizo varias comprobaciones para asegurarse que no se trataba de un error de los sensores y cuando confirmó lo que estos indicaban pulsó el botón que le comunicaba con el departamento de seguridad de la base.

-Aquí seguridad, informe.

Raúl reconoció la voz de Wang Tse, el jefe de seguridad.

-Aquí observación, se acerca un objeto no identificado por el sector espacial 01.

-¿Qué clase de objeto?

-No identificado. Lo único que puedo decir es que es muy pequeño y...

-¿Qué?

-Está decelerando.

-¿Como dice?

-Está decelerando.

-Vengo enseguida.

Wang entró en la cabina de observación dos minutos más tarde.

-¿Donde está?- preguntó mirando las pantallas.

-Acaba de aterrizar.

-Querrá decir que acaba de impactar en la superficie.

-Quiero decir que ha aterrizado, ya le he dicho que estaba decelerando. Se ha posado a un kilómetro de la base.

-No veo nada, ¿esta seguro de...?

-Ha desaparecido de los sensores al tocar la superficie...¡Un momento, alguien acaba de entrar en la base!

Wang observó la pantalla que Raúl le indicaba y pudo ver un destello en la pantalla que monitoreaba la entrada del sector 12, duró dos segundos y desapareció.

-¿Donde se ha ido?

-¡Aquí!- respondió Raúl señalando otra pantalla.- ¡Ha entrado en el sector habitacional!

Wang cogió el comunicador que colgaba de su cinturón.

-Atención, todo el equipo de seguridad diríjanse al sector habitacional. Alerta de intruso, repito, alerta de intruso.

-¿Como puede moverse tan rápido?- Dijo Raúl.- Está entrando en todas las unidades familiares, no entiendo como no ha hecho saltar ninguna alarma. Ya ha recorrido la mitad del sector.

-¿Ha atacado a alguno de los ocupantes?

-Negativo, los signos de vida de todos siguen estables. Ya ha pasado por todas las unidades y vuelve al sector 12.

Wang usó el comunicador una vez más.

-Atención seguridad, dirijanse al sector 12, el intruso va hacia allí.

-No lo atraparán, se mueve como un rayo. Ha salido al exterior... El objeto no identificado de antes, está despegando... se aleja...Ha desaparecido de los sensores.

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Media hora mas tarde, Wang informaba a sus compañeros.

-Nadie ha sufrido daño, ningún aparato ha sido manipulado y nada ha sido robado, mas bien todo lo contrario...varios regalos han sido depositados en las habitaciones de los niños de la base. Si no fuera porque es imposible diría que...¡No, es absurdo!

-¿Absurdo?- intervino Raúl que acababa de entrar en la sala con un folio de papel.- Mira esto. Es una imagen del objeto desconocido que ha podido captar uno de nuestros satélites.

Raúl dejó el folio encima de la mesa y todas los asistentes contemplaron estupefactos la imagen de un trineo tirado por una recua de renos alejándose de la tenue atmósfera de Calisto.

FIN


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